domingo, 4 de diciembre de 2011

El significado del arte

Rodolfo Sánchez Garrafa

El significado del arte abarca necesariamente dos aspectos: el arte como proceso y el arte como producto (Bullón 1976), además de su utilización como instrumento.

En cuanto proceso, el arte es una experiencia vital mediante la cual el hombre busca expresar su mundo interno y el mundo exterior que lo rodea. La necesidad de representar en forma permanente y concreta las emociones, los pensamientos, los anhelos, los sentimientos, las rebeliones, se manifiesta a través de formas, líneas, color, movimiento, palabra, espacio, luz y ritmo. He ahí por qué en todos los pueblos el arte ocupa un lugar importante en la vida del hombre.

El arte es, entonces, un proceso creativo y a través de éste el hombre proyecta su percepción, su entendimiento, su apreciación, su reflexión, su sentimiento sobre el mundo físico y social en que está inmerso. Esta proyección parte de hechos (cualquiera que sea el origen de los mismos) y los procesa creativamente, con el pensamiento, intuición, imaginación y fantasía. En toda creación artística existe el deseo de expresar o postular una idea determinada, en la cual concurren a la vez las vivencias psíquicas y las vivencias o experiencias sociales; sin embargo, el artista no se limita a expresar tales vivencias, sino que por lo general articula un discurso dirigido a la humanidad toda. He ahí por qué el arte, siendo particular, asume también un carácter universal.

En cuanto producto, el arte es un legado expresivo de la humanidad y una fuente histórica de suma importancia para el estudio y conocimiento del pasado y las distintas culturas.

El arte traspasa las barreras del espacio y del tiempo, y por ello es un medio universal de comunicación. A través del arte descubrimos que hay muchas formas de ver las cosas y esto nos abre el camino de la comprensión emocional, estética e intelectual.

Todos los elementos del arte se encuentran en la naturaleza: línea, color, textura, espacio, forma, masa, pero son los “ojos creativos” del hombre, su mente creativa, el o la que los extrae para un uso simbólico, relacionándolos entre sí y dándoles un orden significativo.

El arte es, en suma, una interpretación de la naturaleza o del medio social, una proyección del ser individual y social, por esto su valor no se mide por la técnica, sino por el carácter y contenido de los valores espirituales que se definen por medio de la manifestación artística.

La perspectiva de una Educación por el Arte se construye sobre un diagnóstico de las características que muestra el arte en una sociedad determinada. En aquellas que como la nuestra se hallan sumidas en la dependencia, es donde el arte suele circunscribirse a un conjunto más o menos amplio de prescripciones mecánicas, y de memorización de aspectos cognoscitivos sin contenido estético vivo, situación que conduce a la sustitución del arte por un sucedáneo abstracto deformante que ciega la fuente de toda posibilidad de expresión artística.

Por el contrario, el arte como un medio, como una parte importante de la formación del hombre, con cualidades de ser libre, crítico, creador, nos ayuda a recobrar su naturaleza como una posibilidad abierta a todos los miembros de la sociedad. De este modo, la creación artística puede ser entendida como expresión propia de cada hombre, como impulso que le permite poder “encontrarse a sí mismo y entrar en comunicación con la comunidad humana”.

El significado integral del arte, en su doble perspectiva de proceso y producto, conduce entonces a una concepción totalizadora, que condensa sus diversos atributos (Sánchez, Ortega, Negrón. et al 1976):

a)   Como creación social: Lo que implica conceptualizar el arte no sólo como creación individual, sino como producto de creación personal influido por las relaciones imperantes en una determinada sociedad, puesto que el hombre como ser social no puede ser aislado de la sociedad.

b)   Como manifestación ideológica: En el entendido que el arte es un fenómeno, un hecho social, que expresa el pensamiento, las ideas, las creencias y los valores de una sociedad.

c)    Como medio de comunicación social: Reconociendo que el arte, no obstante estar situado en la esfera ideológica, es al mismo tiempo un hecho social concreto, sentido en el cual asume el carácter de lenguaje universal. Siendo así que el hombre no crea la obra de arte para extasiarse en la contemplación narcisista de su producto, sino para transmitir su experiencia vital a los demás individuos, es en esta medida un vehículo de interacción social.

d)   Como instrumento para la comprensión de la realidad: Considerando que el arte contribuye al proceso mediante el cual el hombre debe tomar conciencia de su realidad; el arte viene a ser también un instrumento que permite un acercamiento comprensivo al medio ambiente físico y social.


De la convergencia descrita resulta que el arte se da en estrecha interdependencia con todas las demás actividades culturales que desarrolla una sociedad determinada, comprendiendo un amplio rango de actividades creativas desarrolladas por todos los individuos y grupos que componen una sociedad. Es más, el arte trasciende como un medio de acercamiento entre distintas sociedades, lo cual permite entenderla como vehículo de interculturalidad por excelencia, en sus facetas productiva y contemplativa.

Reconociendo el mismo valor a las manifestaciones artísticas sea cual fuere el grupo o el nivel en que se produzcan, la magnitud y riqueza de las expresiones artísticas, que se dan como producto de la capacidad creativa del pueblo, mueven a reclamar una política cultural más comprensiva en el país. Es necesario revalorizar de una manera más sincera el legado cultural histórico del país (Hosoya 2010: 188), lo que significa aprovechar todos los elementos existentes como sustento o fuente de inspiración de una nueva creación que supere en definitiva las tendencias puramente repetitivas e imitativas. Tenemos que entender el arte como un medio importante para la afirmación de la conciencia nacional, de nuestra identidad como sociedad concreta, pero también de nuestra condición de miembros de una sociedad universal que existe y desarrolla en la medida en que lo hacen sus partes.


En cuanto a la Educación por el Arte, su orientación renovadora, supera la conceptuación de las asignaturas artísticas como disciplinas técnicas auxiliares y reconoce a la actividad artística como parte integrante e indispensable de la vida escolar y de todo el proceso educativo. Una Educación por el Arte, que fuese tal, tendría que incentivar en todos los educandos un mínimo de producción artística que favoreciese la expresión de pensamientos, sentimientos y percepciones, en una organización integrada tanto de formas, como de colores, sonidos, movimientos, etc., que desarrollen el sentido estético y la personalidad integral del educando, permitiéndole a la vez la comunicación de lo que percibe, siente y piensa a través de un trabajo creador.

Es deseable que las actividades artísticas dejen de ser ocupaciones internas de exclusiva atención individual y devengan en beneficio colectivo, socializándose y permitiendo que la comunidad disfrute de ellas. Las acciones de una educación por el arte expresan de manera muy evidente los anhelos de la llamada educación permanente. Si bien la técnica y la tecnología depuradas son recursos de crecimiento, la materia fundamental está constituida por aquello que se quiere decir. La plasmación del proceso de creación estética, ayuda a superar las limitaciones del arte como distracción y pasatiempo de unos pocos para convertirlas en necesidad y provecho de todos.


Referencias:

BULLON RIOS, Ada. “Educación por el Arte” INIDE, 1976.
SANCHEZ GARRAFA, Rodolfo; ORTEGA CHACÓN, Percy; NEGRÓN ALONSO, Luis; y otros. “La Situación de la Educación por el Arte en el Perú”. INIDE, 1976.
HOSOYA, Hiromi: La representación de lo inca y su intertextualidad: historia, memoria e ideología. En Miradas al Tawantinsuyo. PUCP, Lima 2010.


1 comentario:

  1. los felicito su escritura fue extraordinario no havia visto una escritura tan larga
    att: lina m rengifo ramos

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