viernes, 8 de noviembre de 2019

Entre lo terrestre y lo celeste: La noción de muerte en la Comunidad Campesina de Chacamachay

Miguel Ángel Castro Álvarez

1. La muerte vista desde el punto de vista tradicional 

Según explica Guenon en su obra antropológica titulada “Hombre y su devenir según el vedanta” (1925), la muerte en las sociedades tradicionales viene a concebirse como sinónima de cambio de estado, tratándose de un estadio de reabsorción o repliegue de las facultades individuales en un principio esencial. Entiéndase por estas facultades para el caso del hombre al intelecto, la mente, así como las facultades de sensación y de acción. 

La muerte viene a concebirse como un proceso de retorno al origen, como una liberación, como un retorno al estado no manifiesto propio del orden informal y como una transformación a un estado supraindividual que rebasa el propio condicionamiento de entidad particular. 

Esta misma noción de la muerte como identidad original, plenitud liberadora y trasformación sublime permite entender también los fenómenos de desvanecimiento extático que experimentan los chamanes cuando inducen la cesación completa de toda manifestación exterior de la consciencia en lo que se denomina la muerte al mundo. Así la muerte virtual o no, es vista como la culminación de un ciclo y como signo de lo perfecto. Aunque la muerte pueda parecer desde el punto de vista de la manifestación como una «destrucción», desde la realidad absoluta, es al contrario considerado como una dilatación más allá de todo límite, puesto que la entidad ha realizado efectivamente la plenitud de sus posibilidades. 

Según explica el autor, para el mundo tradicional el proceso de reabsorción en entendido como ocurriendo por etapas, donde la muerte corporal precede a la muerte anímica. Con la muerte corporal la entidad particular manifiesta una suerte de consciencia orgánica; y el alma es concebida como trasladada a una forma sutil a manera de un prolongamiento, e incluso un prolongamiento indefinido de la individualidad humana, que se remite forzosamente a las modalidades sutiles, es decir, extracorporales de esta individualidad; pero este prolongamiento ya no es del todo la misma cosa que el estado sutil tal como existía durante la vida terrestre. 


Esta consciencia orgánica una vez que pierde su fuerza vital puede presentar una apariencia de conciencia individual, entrando en lo que los psicólogos llaman la «subconsciencia». La fuerza vital a su vez se traslada al centro de la individualidad humana, donde se gobierna el conjunto de las facultades individuales, este centro es concebido en múltiples sociedades tradicionales como una esencia individual luminosa que sustenta la vida. 

Desde la tanatología tradicional, menciona Guenon, que una vez reabsorbida el alma mayor en su centro vital comienzan a desarrollarse dos vías. El camino de la inmortalidad celestial para los sabios y el camino de la mortalidad del alma o la prolongación indefinida de la vida en «longevidad» para los no sabios. Estas dos condiciones transpuestas son categorías generales para muchos pueblos tradicionales como en el caso de la tradición extremo oriental, la tradición cristiana y la tradición de los pueblos andinos. 

2. La muerte en el mundo andino 

Churata en su elocuente obra “el pez de oro” ensaya las posibilidades de una tanatología tradicional andina desde los postulados propios de una filosofía descolonizante. Churata parte de la posibilidad de una concepción ultraorbicista en el pensamiento andino, donde la existencia no sería vista como una expansión indefinida de las condiciones vitales, sino más bien como una constante irrupción de muerte en la continuidad de la vida, donde la existencia no tiene realidad indefinida, sino más bien finita. Por lo que la vida requiere de una constante renovación desde la nulidad que expresa la muerte. Asi vida y muerte no son realidades paralelas, sino mas bien jerarquizadas bajo una relación de continencia, es decir la muerte contiene a la vida, tratándose a esta ultima como una particularización de la primera en términos espaciales. La muerte desde estos preceptos sería concebida bajo una primacía principal, en su condición esencial por subsistir en el campo neutro de la no existencia, la no manifestación y el no ser. Así la muerte es vista por el mundo andino como incondicional e infinita, que contiene toda posibilidad de manifestación y por tanto es un estado de germinación y fecundidad, por ser la causa y efecto, sin ser uno ni el otro. 

“La muerte por tanto es la negación de la vida, y la vida es naturaleza. La muerte es necesariamente no naturaleza. De acá deduce el autor que sólo tiene naturaleza lo que no es naturaleza. Y la muerte, que comporta esa rara entidad, sería lo único real, preexistente y subsistente. Asi los individuos tanto como el cosmos son una irrealidad animada en la irrealidad de la muerte. No ser es la única manera de ser” (Churata, 2012). 

3. La comunidad campesina de Chacamachay [1]

Se encuentra ubicada en la Región Apurímac, Provincia de Cotabambas, Distrito de Mara. Actualmente integra el conjunto de asentamientos rurales con influencia de actividad minera; se encuentra a 23 km de la zona de operaciones de Las Bambas y dos horas del Corredor Vial Apurimac- Cusco- Arequipa. 

Geográficamente se encuentra en zona de Qheswa alta entre 3700 – 4200 m.s.n.m., tratándose de un espacio intermedio entre las regiones Puna (Challwawacho) y Qheswa (quebrada de Qhapaq’asa) es caracterizada por un relieve de pendiente suave con algunas zonas inclinadas. El clima es frígido- húmedo y sus temperaturas varían entre 14°C a -6 °C. La vegetación natural se encuentra vigente para la alimentación de vacunos y ovinos principalmente; predominantemente compuesto por el ichu y en menor cantidad por yerbas medicinales como yawar ch’onqa, salvia, maranch’onqa, kayra muña, qheswa muña, pampa muña, eucalipto, ajenjo, markhu, papelinas, husca, raki raki, karka, q’eto q’eto, puki, q’ello t’ika, entre otros. 

Límites y anexos.- Por el norte limita la C.C. Yuricancha. Por el oeste limita con la C.C. Sacsahuaylla y C.C. Minaskucho. Por el este limita la C.C. Qhapaqasa. Por el suroeste limita con el distrito de Haquira. Accesibilidad.- Chacamachay cuenta con una única ruta de acceso, la misma que integra los distritos de Mara y Haquira, se trata de una via afirmada de aproximadamente 40 km, que fue aperturada por los mismos comuneros a mediados de la década de 1960, hoy en día es empleada para el transporte de vehículos motorizados privados. Los pobladores se ven obligados a recorrer a pie un camino aproximado de dos horas hasta alcanzar el corredor vial Challwawacho-Mara donde acceden al servicio de transporte público.


4. Noción del destino póstumo del alma en Chacamachay 

“Mi papa me decía que los muertos vienen del Corpuna, allí están las almas, de allí están regresando. Dice el que tiene buena suerte al Corpuna entra rápido, el que tiene suerte puede regresar. el que tiene mas pecado va al nevado Ausangate, allí están sufriendo las almitas, empujando el nevado. Dice que lo forman como pelota, entonces dice que eso lo empujan al cerro para que se voltee al otro lado, entonces el que tiene bastante pecado dice no puede subir, y no puede voltear al otro lado. Lo arrastra y luego regresa otra vez hasta que terminan su pecado. Cuando terminan su pecado ya se vienen por acá, para regresar a Corpuna”. (DRF, 54 años, M) 

“Adentro de Corpuna hay una pampa y está dando vuelta como laderitas, como un corral, pampa como un estadio, y tiene una sola puerta, eso dice que es Corpuna, es una pampa, pero allí están piedritas ordenaditas y tiene su pasadizo como avenida, a eso se llama ciudad Corpuna allí viven las almitas” (GQH, 65 años, F). 

5. Prácticas fúnebres en Chacamachay 

“El lugar donde nosotros enterramos a los muertitos se llama tuiruta y nosotros para ir al lugar en día de los muertos cantamos "Corpuna acaso yo te debía para que te lleves a mi mama, para que te lleves a mi papa, ahora yo estoy sola" Así cantamos.

Para despedir al alma se hace su almataqe, eso lo hace el yerno, quien carga de alimento a la llamita es la yerna, con toda clase de lo que han cultivado, lo que han cultivado lo hacen tostar, lo hacen su lawita y los familiares también ponen su friahambre, puede ser papawayco, chuñowayco con su cancacho de cuy. Entonces la llamita lo hacen con cuero de llama, su pie o su quijada de la llama, de eso forman su llamita y para eso hacen su costal para cargar la llama, tiene su soga en pequeñito, se hace la soga trenzando a la izquierda. Entonces cuando se ha preparado la llamita se hace un juego la yerna presenta al dueño de la llama, el cantor también ya está preparado para eso, él es quien hace el responso. Primero presentan a la llama, luego el que ha preparado la comida también presenta lo que ha traído en un costalito pequeñito. El costal pequeñito lo empaquetan su carga, también le ponen dinero para su camino, raspando las monedas en el saco. diciendo "allí está tu plata tantos millones de banco" y su coca también le ponen un par de hojitas y dicen " arrobas para todo el año", luego todo el paquetito se mete al costal grande, a la llamita lo cargan y allí termina. Luego los yernos que son comisionados se van a quemar donde se mete el sol, allí se hace el despacho. Casi esa partecita es silencioso allí se quema en todos santos el segundo día por la tarde, también se quema a los quince día de fallecida a la persona. Eso se hace para que el finado se vaya con su carga con toda la comida, para que no exija a quien queda, para eso es” (FHQ, 78 años, M). 

6. El proceso póstumo de reabsorción del alma en Chacamachay 

“El camino que hace el alma esta por un camino de herradura que lleva a Camaná a Majes, dice que por allí hay un rio pequeño que se llama Map’amayu, ese rio dice que para los muertos produce, se hace un rio inmenso, y en esa parte también los que tienen pecado dice sufren, no puede pasar. Entonces por allí dice tienen una ayuda de perrito, un perro blanquito, entonces a ese perrito dice que lo carga en su espalda, por eso no hay que maltratar al perrito mucho, porque cuando vas a morir "allí te va a llevar el río Map’amayu, no vas a poder pasar". 


Después de cruzar el río el finado pasa con su llamita. El primer camino que hace el finado se llama tuiruta, luego descansan en un lugar llamado Escalera, hay otro lugar donde pueden alojar del viaje, que se llama Angostura en ese parte dice tiene hartos perros. Mi papa dice caminaba por allí por camino Angostura, por allí se ve piedras como perros que están echados, otros arrodillados, otros estirándose. Entonces la gente cuando pasa por allí dice acá están el pueblo de los perros. Dice que en Alqollaqta se aloja el alma; cuando el alma tiene pecado los perros no dejan pasar, no dejan alojar hasta que dan hueso o alguna comida de la carga de la llama. recién cuando dan hacen pasar. Alli descansan, ese Alqollaqta está en camino recto al Corpuna. 

Al día siguiente ya llegan al Corpuna. Dice que el que no tiene mucho pecado le abren la puerta, allí hay unos doctores, bien acorbatados le reciben. Otros dicen que hay tres puertas. En la primera puerta dice que no preguntan nada, en la otra dice preguntan: porque has venido, quien te ha mandado y si responden bien pasan, en la tercera puerta dice que no pasan si no son inocentes” (CHQ, 44 años, M). 

7. Viaje al mundo de los muertos

“Mi mama me contó, dice una fecha se había enfermado, entonces se ha desmayado dice, entonces ella no decía nada. Dice como se había desmayado no sabia lo que iba a pasar, dice que solamente cuando despertó estaba la casa llena de gente y estaba llorando y la gente decía "la señora se ha muerto y la han vuelto a mandar". Entonces dice mi mama en sueño ha llegado, dice ha pasado hartos pueblos, cinco pueblos[2] llegaron a un pueblito donde está cuidando un perrito dice y los perros dice no ladraban , solamente le miraban dice, entonces a un pueblo más grande ha llegado, allí dice le preguntaban unos doctores, a que has venido en la primera puerta, entonces así no más, en la segunda puerta más bien dice le han preguntado, quien te ha mandado a que has venido y dice le han dicho regresa y le han hecho regresar, pero mi mama dice en su sueño se ha dado cuenta que a la ciudad que ha llegado, de la primera puerta que le han dejado pasar dice no hay regreso, sale de la primera puerta llega a la segunda y cuando le dijeron eso dice despertó. Entonces dijo mi mamá seguro eso de los que hablan del Corpuna” (DHW, 43 años, F).

[1] La primera experiencia con la comunidad campesina de Chacamachay fue el año 2018 y se dio gracias al apoyo del Grupo Propuesta Ciudadana, al ser integrante del grupo de investigadores dentro del diagnóstico: “cambios y continuidades en comunidades del sur andino”.
[2] Los más pecadores dice llegan al pueblo de Walppallaqta, al pueblo de Michillaqta porque esos pueblos son de los malos espíritus. Mi mamá me decía que cuide siempre a las ollas porque ellas ven todo nuestro comportamiento, decía "estos tomincitos van a hablar" cuando el tiempo te llegue, se va a oscurecer derrepente se va a devolver al abismo de la tiniebla, entonces nadie nos va a proteger nada, solamente lo que nos puede proteger es el batancito donde se muele ají, esito no más. Dice nadie puede reconocerte, el batancito dice te protege porque dice "Cada momento me hacen bailar a mí". 
NOTA.- Este texto es el cuerpo de la ponencia presentada por su autor en el evento organizado por la DDC del Cusco sobre "El significado de la muerte en el mundo andino: mawpa ruwaykunata yuyarispa" (30.10.2019).

BIBLIOGRAFÍA
CHURATA, G.  (2012). El Pez De Oro. Colección: Letras Hispánicas.
GUENON, R (1927). El hombre y su devenir según el vedanta, edición digital https://www.diariomasonico.com

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