domingo, 23 de septiembre de 2012

Los muros de los misterios

Escrito por Roberto Ochoa B.*

Fragmento de MM en Waka de la Luna
El sistema astronómico de la cultura Moche busca ser develado a través del estudio de cuatro muros de gran contenido iconográfico: dos descubiertos en la Huaca de la Luna y dos en la huaca El Brujo. Los hallazgos son recogidos en el libro Cosmos Moche, que habla del gran conocimiento que se tenía sobre las estrellas y los fenómenos climáticos.

Si este muro hablara, resolvería uno de los grandes enigmas de la cultura Moche. Los arqueólogos lo bautizaron con el poco atractivo nombre de “el muro del tema complejo”, pero lo cierto es que no es un solo muro, son cuatro: dos en la huaca El Brujo, en Magdalena de Cao, y los otros dos en la Huaca de la Luna, en Trujillo.

En ambos casos cada par de muros forman un ángulo recto y su compleja iconografía tiene como eje central la imagen de la Luna en cuarto menguante con una estrella en medio, semejante a las banderas de los países islámicos. En ambos casos las imágenes lucen bien conservadas, pero debajo de la Luna hay un rastro de muro erosionado por el “chisgueteo” de un líquido que los arqueólogos identificaron, no sin horror, como de sangre humana. En ambos casos los muros formaban parte de una tenebrosa habitación ubicada en la esquina de una enorme plaza ceremonial decorada con escena de guerreros que arrastran un botín de guerra integrado por una larga fila de prisioneros desnudos dispuestos para el sacrificio ritual.


El primero de los muros fue descubierto el 28 de julio de 1990. Mientras todo el país celebraba las Fiestas Patrias y estaba atento a la juramentación de Alberto Fujimori en el Congreso, en Magdalena de Cao el recordado banquero Guillermo “Pancho” Wiese de Osma y el arqueólogo Régulo Franco Jordán contemplaban anonadados una esquina del primer muro que emergía entre los escombros dejados por los huaqueros. El hallazgo dio pie al ahora célebre complejo arqueológico de El Brujo, que tiene como principal atractivo a la momia de la Dama de Cao.

Este descubrimiento hubiera bastado para revolucionar los conocimientos de la cultura Moche, pero seis años después, en 1996, un equipo de arqueólogos liderados por Santiago Uceda y Ricardo Morales desenterraron en la Huaca de la Luna los otros dos muros casi idénticos y mucho mejor conservados que los de El Brujo.

Sacerdote mediador entre espacios del cosmos
Los muros son los principales atractivos del denominado Circuito Moche en Trujillo y su compleja iconografía es la que más interrogantes provoca entre los turistas: ¿por qué hay tantas estrellas? ¿Qué misterioso mensaje esconden los jeroglíficos de este mural? ¿Sus pictogramas son la prueba de la existencia de una escritura secreta de la élite Moche? ¿Es una criptografía para determinar una fecha especial en el desconocido calendario Moche?

Han pasado más de veinte años desde su descubrimiento y los muros con el “tema complejo” de Huaca de la Luna y de la huaca El Brujo siguen siendo uno de los mayores enigmas del antiguo Perú.

Más allá de los reportajes publicados en medios de comunicación peruanos y extranjeros, hasta la fecha el enigmático “Muro del Tema Complejo” solo mereció la pionera publicación del libro titulado El Brujo, El Mundo Mágico Religioso Mochica y el Calendario Ceremonial, escrito por Régulo Franco Jordán y Juan Vilela Puelles. Los autores proponen la existencia de un calendario ceremonial basado en un análisis de los ritos y ceremonias que figuran en la estructura narrativa del muro. Y añaden: “esta investigación es solo un paso para entender la estructura compleja del sistema calendárico… estamos seguros de que nuestra propuesta será duramente discutida, pero el propósito de esta investigación es alcanzar la información para otros planteamientos contrastables o enriquecedores sobre el tema”.

Un tinku equinoccial
La discusión sigue en pie y justifica ahora la publicación del libro Cosmos Moche, como primer número de la colección Enigmas del Antiguo Perú. “Este libro es un aporte al debate científico de una etapa de nuestra historia que solo se ha logrado recuperar gracias al trabajo de los arqueólogos –nos dice el Dr. Guido del Castillo, gestor de la colección–. Los moches fueron una civilización que prosperó en el actual territorio peruano mil años antes del apogeo incaico. Las investigaciones aportan nuevas luces para entender a esta magnífica civilización”.

La obra consta de dos investigaciones científicas ilustradas con fotografías, dibujos e infografías. La primera realizada por el antropólogo Dr. Rodolfo Sánchez Garrafa. La segunda por los arqueólogos Lydia Casas Salazar y Camilo Dolorier.


Rodolfo Sánchez examina las estructuras y contenidos simbólicos de los cuatro muros “complejos” hallados en huaca Cao Viejo y en la Huaca de la Luna, y encuentra que los símbolos astronómicos y terrenales (personajes, escenas, flora y fauna) son elementos que construyen una cosmovisión centrada en la dualidad andina y en los cambios estacionales relacionados a los marcadores astronómicos. Sostiene, además, que los frisos de los cuatro muros están íntimamente ligados como representaciones del cielo equinoccial y que las estrellas que ilustran los muros fueron ubicadas en su correspondiente posición astronómica.

Por su parte, Lydia Casas Salazar y Camilo Dolorier ven en el caos pictórico del Muro del Tema Complejo de la Huaca de la Luna un cosmos social vinculado a ritos propiciatorios para obtener las subsistencias en mar y tierra –a través de peleas y pescas rituales– que permitirán la elección de héroes vencedores. Además, proponen que un elemento iconográfico del muro podría estar representando a una especie o bioindicador marino del fenómeno El Niño.

* La República. Domingo, 16 de septiembre de 2012.


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