Rodolfo Sánchez Garrafa
He
leído de un solo tiro, como en mis mejores tiempos, el libro de relatos cortos “El amor es un abismo que viene hacia
nosotros” escrito por Yoshiro Chávez.* Dos razones hacen de este hecho algo
excepcional para mí. Uno, que a mi edad tengo ya serias dificultades para
acometer lecturas más o menos voluminosas, en particular del género narrativo, el
que pese a ser prodigioso ha dejado de tener encanto para mí, así puede
considerarse un pecado que admitiré, por ejemplo, que nunca terminé de leer
Rayuela de Cortázar, aunque me he propuesto hacerlo sólo por amor propio; dos,
que he resultado atrapado por los argumentos y estilo narrativo de Yoshiro, y
debo explicar por qué.
El amor es un abismo…
reúne trece relatos que según su propio autor son honduras ignoradas sobre la
condición humana. Si estos abismos no vinieran hacia el lector, con gusto me
lanzaría desde las alturas, para volver a sentir el vértigo que visiblemente es
más agresivo en la negrura. Me sería difícil argumentar, pero este libro amplía
el panorama que yo tenía de los mundos marginales de la gran urbe limeña. De
hecho, el primer gran libro que me impactó al respecto, promediando los años
sesenta, fue En octubre no hay milagros
de Oswaldo Reynoso, después del cual me resultan memorables los relatos ofrecidos
una década más tarde por Augusto Higa en Que
te coma el tigre.
No cabe que me pierda en mayores disquisiciones, nunca
antes me había internado en insólitas profundidades, como las mostradas por
Yoshiro Chávez. Me quedo conmovido al convencerme que las situaciones
enfrentadas en este libro no necesariamente serían excepcionales sino que, por
el contrario, podrían inscribirse fácilmente en la cotidianeidad de mundos que
nos son cercanos pero desconocidos a la vez, en los que el hombre se desplaza con
una mezcla de pulsiones que expresan soledad, búsqueda tortuosa de amor, delirantes
visiones de la vida, y sometimiento a los designios del destino.
En
el discurrir de muchas sangres por las canaletas de la violencia, la
profundidad del conflicto y sus dimensiones trágicas pueden ser igualmente
desmedidas. El amor es un abismo… me
ha mostrado que las proximidades y las distancias entre los seres humanos devienen
alucinantes y desbordan imaginarios preestablecidos, aunque dentro de lo
extraño he podido reconocer aspectos escondidos de mi propio ser. Supongo que
en algo de esto se funda la universalidad de la buena literatura.
Invito
a comprobar que la maestría de una prosa que no deja de ser poética, el
realismo del lenguaje incorporado y la sofisticada complejidad del pensamiento humano
que el escritor hace accesible al capturar los comportamientos de sus
personajes, hacen de este libro un brebaje áspero que no deja de producir una
sensación táctil contundente al impactar en emociones profundas del lector.
Entonces,
a buscar este libro de Yoshiro Chávez y gustar de sus relatos no
convencionales. Encontrarán que gracias al fino tratamiento de contextos
marginales, visiones del mundo e identidad cultural de sus diversos personajes,
es posible encarar realidades complejas y aprehenderlas más allá de lo
previsible aún careciendo de una experiencia directa que sirva de referente. Con
Yoshiro de guía podemos descender a trece círculos abismales y salir de ellos
magullados pero enriquecidos.
Chorrillos, mayo de 2016.
* Yoshiro Chávez Villegas. Nació en La Convención (Cuzco) en 1969. Vivió su
niñez e infancia en Arequipa. Radica en Lima desde los 16 años. Se graduó de
Abogado en la UNFV y tiene estudios de postgrado en la PUCP. Escribe cuento,
novela, poesía, es además compositor. El amor es un abismo que viene hacia nosotros (Editorial Summa, Lima 2015) es su ópera prima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario