Rodolfo
Sánchez Garrafa
Hace
ya varios años, en 1998, José Luis Ayala Olazábal nos dio a conocer un estudio
biográfico, el más completo que hasta ahora se haya escrito, sobre el poeta
Carlos Oquendo de Amat. Hoy tenemos entre manos una segunda edición de ese su
libro que lleva el sugerente título de Carlos
Oquendo de Amat. Cien metros de biografía**, que a mi modo de ver está
destinado ya no tanto a rescatar del olvido a un extraordinario poeta, sino a
acrecer su figura, y permitir una comprensión más profunda de su personalidad y
de los tiempos que le tocaron vivir.
Como
sabemos, Oquendo de Amat está considerado como un poeta vanguardista, al que
solo le fue necesario publicar un libro: 5
metros de poemas (1927), para alcanzar su consagración póstuma.
Oquendo de Amat y su libro consagratorio. |
Apenas
medio siglo atrás, era poca la gente que había oído hablar de Carlos Oquendo de
Amat. En 1967, Mario Vargas Llosa hizo referencia a él en la parte inicial de su
discurso con motivo de recibir el Premio Internacional de Novela Rómulo
Gallegos. En ese entonces, dijo lo siguiente:
"Hace
aproximadamente treinta años, un joven que había leído con fervor los primeros
escritos de André Breton, moría en las sierras de Castilla, en un hospital de
caridad, enloquecido de furor. Dejaba en el mundo una camisa colorada y
"Cinco metros de poemas" de una delicadeza visionaria singular. Tenía
un nombre sonoro y cortesano, de virrey, pero su vida había sido tenazmente
oscura, tercamente infeliz. En Lima fue un provinciano hambriento y soñador que
vivía en el barrio del Cercado, en una cueva sin luz, y cuando viajaba a
Europa, en Centro América, nadie sabe por qué, había sido desembarcado,
encarcelado, torturado, convertido en una ruina febril. Luego de muerto, su
infortunio pertinaz, en lugar de cesar, alcanzaría una apoteosis: los cañones
de la guerra civil española borraron su tumba de la tierra, y en todos estos
años, el tiempo ha ido borrando su recuerdo en la memoria de las gentes que
tuvieron la suerte de conocerlo y de leerlo. No me extrañaría que las alimañas
hayan dado cuenta de los ejemplares de su único libro, enterrado en bibliotecas
que nadie visita, y que sus poemas que ya nadie lee, terminen muy pronto
trasmutados en "humo, en viento, en nada", como la insolente camisa
colorada que compró para morir. Y, sin embargo, este compatriota mío había sido
un hechicero consumado, un brujo de la palabra, un osado arquitecto de
imágenes, un fulgurante explorador del sueño, un creador cabal y empecinado que
tuvo la lucidez, la locura necesaria para asumir su vocación de escritor como
hay que hacerlo: como diaria y furiosa inmolación".
Más
allá de las elogiosas palabras que rescataban la obra poética de Carlos Oquendo
de Amat, es visible el enorme desconocimiento que pesaba sobre el hombre de
carne y hueso, así como sobre su praxis de vida. ¿Quién fue realmente este
personaje casi anónimo por circunstancias de la vida?¿Cómo así llegó este provinciano
a vivir pasando penurias en un barrio del Cercado de Lima? ¿Cuál fue la
motivación del viaje que Oquendo había emprendido a Europa? ¿Por qué había sido
desembarcado, encarcelado y torturado en Centro América? ¿Cómo, finalmente se
produjo su muerte, apenas a un año y cuatro meses de su embarque en el puerto
del Callao? Estas pocas preguntas son suficientes para reparar en la magnitud
del desconocimiento que se cernía respecto al autor de 5 metros de poemas.
Afortunadamente,
los temores de don Mario Vargas Llosa respecto a la trasmutación de los poemas
de Oquendo en “humo, en viento, en nada" se han disipado para nosotros, gracias,
entre otros factores, al tesonero aporte de estudiosos que asumieron una tarea
de recuperación y difusión, tanto de la obra de Oquendo cuanto de su
esclarecimiento biográfico. Hoy sabemos del papel pionero cumplido por personas
como Carlos Meneses, Omar Aramayo, César Toro, Carlos Germán Belli, entre
otros. Sobre estos esfuerzos iniciales se erige la obra que hoy tenemos la
satisfacción de comentar, en su segunda edición: Carlos Oquendo de Amat. Cien metros de biografía escrita por José
Luis Ayala Olazábal.
Las
contribuciones de estos Cien metros de
biografía son muchas, me limitaré a señalar aquellas que destacan a todas
luces:
1) El re-conocimiento total de una
personalidad creadora singular.- Si bien en 1988 ya se
disponía de valiosa información respecto a la obra poética de Carlos Oquendo de
Amat, breve pero fecunda y de una delicadeza visionaria singular; no ocurría lo
mismo con lo que hasta entonces se sabía sobre su vida. Sabíamos poco sobre el
hombre y su circunstancia. Carlos Oquendo
de Amat. Cien metros de biografía, llena ese vacío del conocimiento y lo
hace de la manera más responsable. Es a partir de la convicción de haber ido
con fortuna más allá de la pura producción poética de Oquendo, que José Luis
Ayala expresa el deseo de cambiar los versos escritos por Enrique Peña
Barrenechea como epitafio en la tumba de nuestro poeta, detalle que explicita
la necesidad de reconsiderar percepciones a la luz de hechos ahora
suficientemente esclarecidos.
2) La elaboración de una “ópera magna” o
libro fundamental.- Según su propio autor, este es un libro
frondoso. Ciertamente lo es, en cuanto producto de un rastreo lo más exhaustivo
posible de las huellas familiares del vate Oquendo de Amat, efectuado a través
de fuentes escritas, testimonios orales y de un re-corrido por los lugares que
transitara en vida nuestro personaje. Pero, más que eso, Cien metros de biografía constituye, por la concepción que anima a su
estructura, una senda definida en la que se hace nítida la imagen del poeta y,
a la vez, se hacen comprensibles sus rasgos de personalidad, gestos, avatares y
peripecias, es decir, una biografía total, difícilmente superable. En los Cien
metros de biografía encontramos ahora al individuo, al personaje excepcional,
pero también a la sociedad, a nuestra sociedad reconocible en la historia. En
sus páginas podemos disfrutar la biografía como género literario y de
investigación socio-antropológica.
José
Luis ha logrado compendiar y extender al mismo tiempo los más relevantes
trabajos conocidos sobre Carlos Oquendo de Amat. Entiendo que este libro es uno
de los más ambiciosos y esforzados que haya concebido su autor, aunque
seguramente estará de acuerdo conmigo en que nunca podemos afirmar que se haya
dicho la última palabra.
3) La reivindicación del quehacer
político en la vida de Oquendo de Amat.- Es un hecho que la
militancia política de Oquendo fue ignorada por sus primeros biógrafos. El
libro de José Luis Ayala repara con creces tan tremendo vacío. Carlos Oquendo de Amat fue militante y
activista del P.C.P. Paso a paso se nos refiere cómo Amauta y José Carlos
Mariátegui influyeron en el pensamiento y la praxis de Oquendo; la forma y
circunstancias en que emprendió estudios de marxismo en casa de Paco Febres y
su subsiguiente encierro en el Frontón; detalles sobre cómo decide dejar de
escribir poesía para convertirse en un militante, agitador y pensador
socialista; evidencias sobre sus trances carcelarios, sus actividades políticas
y sus recorridos por el sur del Perú y Bolivia; los avatares de su deportación
a Panamá; su carcelería en la zona del Canal; su travesía a Europa, donde luego
de una breve estadía en París, fallece en Navacerrada-España; y, finalmente, el
reconocimiento que le tributó a Oquendo la juventud del P.C., en atención a su
trayectoria y su desempeño ejemplar en la acción revolucionaria.
4) El renunciamiento a la vocación
poética en pro de una dedicación al quehacer político.-
Tal como José Luis Ayala lo explicita, hacia 1928 Oquendo habría decidido dejar
de escribir poesía luego de ver publicados sus 5 metros de poemas, cuando apenas
frisaba 23 años.
En Carlos
Oquendo de Amat. Cien metros de biografía, encontramos que luego de
publicar su único libro el poeta no se muestra interesado en seguir y quizá reflexionar
de manera poética sobre las implicancias y exigencias de su compromiso político,
que al parecer adquirió la dimensión de una dedicación exclusiva. Por lo menos,
en este caso, parece que la poesía pasó a ser poco conciliable con la política.
Oquendo decidió, tal vez, no dejar duda sobre su entrega al compromiso
político, preservando su praxis de cualquier asomo lírico que empañara sus
convicciones. Es como si hubiera querido ser un buen militante antes que un mal
poeta político, aunque ciertamente esta no es una exigencia ineludible sino una
opción de vida muy personal.
Ni en 5 metros
de poemas, ni en otros poemas sueltos que se han encontrado, se halla algún
asomo de rebajamiento literario al servicio de una divulgación programática o
ideologización política. Nunca se inclinó por una poesía revolucionaria, de propaganda
política o de lucha por el poder. Sin embargo, Oquendo fue un revolucionario,
un convencido de sus ideas políticas. (Vamos a pedirle a José Luis que abunde
con unas palabras adicionales al respecto).
Confío no haberlos impacientado con estos comentarios,
que son mi mayor homenaje al poeta Carlos Oquendo de Amat y a su más grande
biógrafo, nuestro admirado José Luis Ayala.
Chorrillos, julio de 2016.
* Comentario expuesto por Rodolfo Sánchez Garrafa el día 28.07.2016, en la Sala Clorinda Matto de Turner de la FIL 2016.
** José Luis Ayala: Carlos Oquendo de Amat. Cien metros de biografía. Universidad Nacional del Altiplano, Puno 2015. 519 pp.
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