Rodolfo
Sánchez Garrafa
Hace unas pocas semanas tuve oportunidad
de apreciar una bien cuidada muestra sobre Máscaras de Paucartambo, llevada a
cabo del 26 de junio al 06 de julio en curso. Auspiciado por la Universidad
Wiener, el evento contó con la curaduría de Isabel Palomino Arana y Harold
Hernández Lefranc quien, además, es propietario de la colección de estupendas
máscaras elaboradas por Mario Palomino Coll-Cárdenas, exhibidas en aquella
oportunidad.
Es necesario recoger algunos datos
biográficos sobre el artista. Don Mario Palomino es cuzqueño, ha cumplido 63
años. Su tronco familiar lo emparenta con la hermosa provincia de Paucartambo,
famosa por su colorida fiesta dedicada a la Virgen del Carmen. Contador Público
de profesión, ejerció también la docencia escolar y, probablemente, fue en ese
contexto que fortaleció su vocación de transmisor de la herencia cultural
recibida de sus abuelos y padres. Habiendo empezado como danzante en una
comparsa de Saqra, se fue haciendo,
poco a poco, primero en elaborador de su propia máscara e indumentaria y luego
en confeccionista de máscaras para actores de diversas danzas populares como el
Qhapaq Negro, Qhaphaq Qolla, Siklla,
Maqt’a y Contradanza entre otras.
En los Andes, muchos de los personajes que
integran las comparsas representan a seres tanto del supramundo (hanaqpacha) como del inframundo (ukhupacha), que si bien son extraordinarios
no dejan de ser parte de la naturaleza del cosmos o pacha. En ese sentido, sólo para la comprensión occidental
hablaríamos con propiedad de seres sobrenaturales o preternaturales que se
relacionan con los humanos y, en general, con los habitantes de este mundo o kaypacha, pensado por quechuas y aymaras
como un espacio liminal.
En esta oportunidad, se me ocurre tratar
sobre los saqra (a los que se conoce
como diablos traviesos) que son propiamente seres de poder procedentes del
inframundo, bastante lejos del diablo o demonio cristiano. De hecho, la idea de
diablo no es andina, fue incorporada a partir de la presencia europea en el
territorio del antiguo Tawantinsuyo. En quechua saqra significa originalmente ser basto, contrahecho, feo, también
travieso, el gato es un buen ejemplo de saqra
en cuanto inquieto, sorprendente, juguetón, ágil, observador y de hábitos
nocturnos. El término supay, tampoco
se corresponde con el concepto de diablo o demonio cristiano, se lo utilizó por
extensión a falta de un término más preciso. Supay, como registra Fray Domingo de Santo Tomás en su Lexicón se
traducía originalmente por ángel, sea bueno o malo, también como trasgo de casa,
esto es que concernía a espíritus de poder poseedores de inusuales habilidades,
eximios en ciertas artes, una especie de δαίμων daimon griego que nada tiene
que ver con atributos de calumniador, acusador, resistidor o enemigo. La idea
del dualismo mazdeista que se halla en la base de la concepción cristiana del
bien y del mal es distinta al dualismo de los opuestos complementarios que caracteriza
al pensamiento andino.
Los rasgos de animales reconocibles que se
combinan en las máscaras de saqra remiten
al mundo subterráneo, de la noche, como el murciélago y el gato, a los que
cantan en la oscuridad como el gallo y a los que se alimentan en el lodo o
fango como el cerdo, finalmente a los que son capaces de ver fantasmas como en
el caso del perro.
En el imaginario cristiano, la Virgen del
Carmen premunida de un escapulario se encarga de rescatar o salvar a las ánimas
del purgatorio. La Virgen del Carmen simbólicamente se ajustó bien a la idea de
conductora o faro de los saqras del
inframundo (ukhupacha), quienes se
sienten atraídos pero a la vez cegados por la magnificente luz que la Mamacha
Carmen (Madrecita del Carmen) irradia a su rededor. Es tal la habilidad de los saqra, que son capaces de caminar por los
tejados, colgarse de los balcones, trepar los postes y hacer mil y una proezas
de saltimbanquis. Que los saqra
tienten a la Virgen no viene a ser más que una idea fantasiosa y hasta cierto
punto absurda, que deriva de ciertas prédicas evangelizadoras poco afortunadas.
Los saqras forman parte de una sociedad
que se homologa con la organización social humana, en cuanto jerarquizada, pues
tiene a Lucifer como caporal del grupo, con capitanes y soldados a su servicio.
La dualidad alcanza a esta sociedad subterránea pues una china saqra o Luzbel,
es la mujer acompañante del caporal. Pequeños saqras o infantes llamados
mascotas completan la comparsa. La música y el fuego son parte del sentido
festivo y nocturno de la ritualidad de la fiesta de la Virgen del Carmen como
evento liminal.
Es significativo que los saqra colaboren con los qhapaq ch’unchu, en tanto ambos grupos
se asocian a la región urin, esto es
a las partes bajas y profundas de la geografía andina.
La Fiesta de Paucartambo transcurre en un
período bastante próximo al equinoccio de primavera. La Luna adulta debe entrar
en tinku con el Sol. Las huestes del
mundo de adentro muestran preocupación por la necesidad de calentar la tierra y
prepararla para los tiempos de la reproducción. Los fuegos artificiales evocan
el cielo nocturno estrellado y brillante.
Culebras, arañas, lagartos, y otros reptiles
pequeños que ornamentan las máscaras de yeso o papel prensado de los saqra, constituyen elementos de enlace o
bisagras entre espacios opuestos. Lluvia o agua del cielo, hilos o hebras que
tejen las arañas lagartos que migran de las zonas oscuras y frías en busca del
calor solar son recursos simbólicos eficaces del tránsito por una interfase
entre mundos opuestos.
Lo dicho hasta aquí no niega que en la
danza de los saqra y en la
personificación de los mismos se hayan posicionado elementos ajenos al pensamiento
andino prehispánico. Lo evidente es que en conjunto todas estas expresiones son
parte de un discurso reinterpretativo que apela a recursos de diversas
vertientes de una manera sistémica, en el que una gran estructura subyacente se
conserva pese a los cambios e incluso gracias a ellos.
La fiesta en conjunto revela un proceso de
intenso dinamismo, propio de la tensión de todo tinku o encuentro entre opuestos. Más que desorden lo que se
desarrolla es una secuencia minuciosamente pautada que ocurre dentro de los
términos deseados y previsibles. El peligro es que esto no ocurra de este modo.
Todos cooperan en este intercambio de energía entre opuestos y la solución es
la continuidad de la vida, la reproducción de las especies: la prefiguración de
la entrada en un tiempo lunar y de calentamiento de la tierra.
Nada podría estar más lejos de la esencia
de esta danza de los saqra que
considerarla como una representación satírica. No hay, ni puede haber sátira
desde el punto de vista andino en una representación eminentemente ritual y
sagrada de acontecimientos primordiales. Tampoco hay ambigüedad, como no la hay
en ningún evento ritual sagrado, salvo quizá en la participación de alguien
ajeno a la verdad incuestionable del argumento representado. Decir lo contrario,
sería como ponerse a hablar de la teatralidad en la comunión cristiana o en
cualquier rito de iniciación ocurra donde ocurra. Es evidente que en el caso
andino el uso de la máscara por los danzantes de saqra es una manipulación de poder que trasciende el tiempo y el
espacio.
Vaya nuestro homenaje a don Mario Palomino
Coll-Cárdenas, por hacernos pensar en el producto de sus manos sabias y con él
en el tránsito de la piedad católica a la sabiduría tradicional andina.
Lima, 29 de julio de 2012.
Rodolfo, your article is amazing, the photographs are also beautiful! I wanted to add your Blog site link to my Art & Travel Blog, http://artistaitaliana.blogspot.com/.
ResponderEliminarGracias Teresa Dominici, por supuesto que puede agregarlo y difundirlo en su block. Me sentiré honrado.
Eliminarmuy interesante
ResponderEliminary sabrá Ud. también acerca delprocedimineto para hacer las máscarás???
ResponderEliminarpor favor si sí dígame a mí me gustaría hacerme una propia, muchas gracias
Una persona que conoce muy bien el procedimiento de elaborar máscaras es Amiel Cayo, a quien puede contactar por FB amigo Israel. Gracias por escribir.
EliminarMuy interesante artículo. Gracias.
ResponderEliminarGracias Teresa Dominici, por supuesto que puede agregarlo y difundirlo en su block. Me sentiré honrado.
ResponderEliminarUna persona que conoce muy bien el procedimiento de elaborar máscaras es Amiel Cayo, a quien puede contactar por FB amigo Israel. Gracias por escribir.
Gracias Doris por tu positiva apreciación.