Entrevista a Rodolfo Sánchez Garrafa hecha por Kelly Huamán el 06.06.2013, a propósito de la próxima presentación del poemario “Séptima Columna”.
¿Cuál
es el último libro de poesía que has escrito y presentarás próximamente?
Titula Séptima Columna. Este es el cuarto libro que publico y es muy
particular comparado con los anteriores. Mis otros tres libros de poesía se
escribieron a lo largo de mucho tiempo, de toda una vida, en el campo o sobre
el terreno, por doquiera que anduve, pues soy antropólogo de profesión. Diría
que Séptima Columna es un libro más
reflexivo, pero escrito paradójicamente de forma rápida, con la mediación de
los recursos digitales que nos permiten interactuar en amplias redes sociales,
trabajando e intercambiando ideas a una velocidad diferente.
El nombre de Séptima Columna es un recurso simbólico, quizá no tan críptico como pareciera. He pensado una columna con registros iconográficos. Leer lo que está escrito en esa columna es una tarea que acometo con placer, con dolor, con temor y con múltiples emociones.
¿Dónde
se encuentra la génesis de tu creación?
En la juventud, lo fundamental de mi
creación poética daba cuenta de la experiencia cotidiana, la observación de la
realidad inmediata y la preocupación por hechos que si bien los sentía como
avasalladores, impactantes e incluso dolorosos, todavía eran para mí lejanos y
distantes en el tiempo. Los años más avanzados me han aproximado a niveles de reflexión
abarcativos, en los que cuestiones como la vida y su opuesto, la muerte,
encuentran lugar desde una mirada más filosófica o metafísica y, en lo
artístico, más lírica y personal. Veo la vida como un viaje y procuro alcanzar
cada vez más una mirada de conjunto sobre ese trayecto.
¿Consideras
que hay influencias en tu poesía o más bien son versos libres sacudidos de
influencias?
Un poco de ambas cosas, porque las
influencias son inevitables y diría también necesarias, se hallan entre los
indicadores del progreso o maduración de la obra poética. El que escribe tiene
que estar situado en un contexto amplio, emocional y actitudinal, hablando
socialmente, pero esto no impide la individualidad.
Quiénes te conocemos siempre te hemos visto con un libro entre las manos. ¿Cuánto tiempo dedicas a escribir y leer poesía?
En los tiempos libres de este último
año me he refugiado, como nunca antes, casi exclusivamente en la lectura y la
escritura de poesía. Acometer otro tipo de lectura sostenida se me ha hecho
relativamente difícil por la exigencia de mis labores cotidianas. No dejo de
leer textos de ciencias sociales, pero leer poesía es para mí más que
gratificante, es un placer, un gozo.
Leo rápido, a veces vuelvo sobre una lectura después de mucho tiempo, porque necesito reflexionar con alguna profundidad sobre las huellas que han quedado impresas en mí en el curso del camino andado.
Escribir poesía no me ha demandado
mucho tiempo últimamente. No creo que se trate de una habilidad excepcional sino
de haber descubierto la forma de aprovechar ciertos recursos de nuestro tiempo,
que lejos de ser antagónicos de la creatividad pueden sumarse con alguna
ventaja a nuestros más íntimos propósitos.
Afortunadamente, puedo considerarme
como un alfabetizando digital. Muchos de mis contemporáneos no han llegado a
acceder a la tecnología del siglo XXI o se han sentido incapaces de una
necesaria reconversión instrumental y conceptual.
Mundos imaginarios u oníricos eran antes parte de una realidad puramente mental, pero hoy son parte de una realidad casi tangible a la que es posible acceder a discreción.
Publicar
puede ser una odisea para muchos escritores. ¿Cómo te ha ido, existe algo pendiente?
Todo llega a su debido tiempo. Si
de publicar poesía se trata, lo he hecho tardíamente, aunque mi primer libro en
antropología se publicó cuando apenas había dejado de ser estudiante
universitario. Tengo claro que si uno escribe es para que otros lo lean, esa es
la motivación de un libro.
Tengo proyectos en mente y tareas
inconclusas. No avizoro una producción poética publicable en el corto plazo, porque
quiero evitar el peligro de ser circular y repetitivo. Entre tanto, trataré de
encontrar un ritmo de trabajo lo más espontáneo posible. Me agrada incursionar
en textos narrativos brevísimos pero, ciertamente, no me animo a incursionar en
otros géneros literarios ya que no creo estar preparado para eso. Por otro lado,
me espera la investigación antropológica que no he abandonado pero que requiere
más atención de parte mía.
Vas
a presentar tu libro ¿dónde? Estamos invitados…
Por supuesto, todos mis amigos y
amigas están invitados. Espero que participen las personas que más aprecio y
ojalá puedan llegar los que están lejos. Confío en hacer la presentación de
este libro a fines de junio, junto a otro que titula “Paralelo 70”. Será una
presentación por partida doble.
¿Qué
tan fácil o difícil es ser poeta en el Perú?
Considero que ser poeta, en el
sentido de vivir como poeta o vivir de la poesía, siempre ha sido difícil, a mí
me falta mucho para considerarme como tal. Visto desde otra perspectiva, siempre
habrá oportunidad de hacer poesía para quien sienta el impulso de crear, hay
que estar atento a la oportunidad y aprovecharla. El que siente el llamado de
las musas, debería considerarlo en serio, contra viento y marea.
¿Recomendarías
otras publicaciones que conoces de escritores poco conocidos?
Hay una lista muy larga. Como te
decía, en este último año he leído poesía con avidez, por necesidad espiritual y
por terapia. Leer poesía, escuchar buena música, es parte indispensable de la
calidad de vida, felizmente esto es algo que hoy lo podemos procurar.
Cada vez que he leído me he alejado bastante de los escritores conocidos, consagrados, para encontrarme con una cantidad de personas, hombres y mujeres, que han hecho libros con una maestría digna de admiración. Puedo recomendar muchas lecturas poéticas a quien tenga real interés en este acercamiento.
Muchos se limitan a difundir su
producción por medios digitales, pero los que llevamos unos buenos años encima
tenemos un defecto: queremos que la palabra quede cincelada en piedra y por eso
hacemos libros.
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