Rodolfo
Sánchez Garrafa*
Todos los pueblos han elaborado o formulado en épocas determinadas un conjunto de conceptuaciones y valoraciones sobre el universo, dando lugar a cierta forma de percibir y explicar la realidad. Mediante esta cosmovisión, el hombre encontró un orden que hizo inteligible a su entorno.
En los Andes, la cosmovisión ha conjugado ideas coherentes de tiempo y espacio en permanente interacción. Tal se puede percibir en las voces quechuas Paqariy e Illariy, que son de amplio uso actual en los Andes. Aun cuando se las suele admitir como sinónimos que comparten el significado de “amanecer”, es muy claro que corresponden a un campo semántico en el que ideas afines se intersecan, expresando hechos que se refieren a distintos órdenes (uno de los términos al génesis griego y el otro al matutinus latino).
Fig. 1.- Waka Pacaritambo
según Guaman Poma. |
Paqariy concierne al hecho de originar u originarse algo, producirse un proceso de tránsito, de ahí que la voz paqarina se traduzca como lugar de aparición u origen (AMLQ 1995: 384). Dado que en los Andes todo ayllu o pueblo tiene un nacimiento mítico vinculado a una paqarina, es de entenderse que los ancestros remotos emergieron del mundo interior o ukhupacha a través de aberturas a manera de puertas interdimensionales. En unos casos se trata de oquedades, cuevas y grietas en general; en otros de lagos, lagunas (qochakuna), manantiales (pukyukuna), que simbólicamente se asumen como vías de salida del vientre de la Pachamama (Madre Tierra o más propiamente Madre Cósmica). Paqariy, el hecho de originarse, alude como tal al paso de un ámbito lunar a otro solar, de la oscuridad a la luz, en otros términos a un tránsito adentro–afuera. “La caussa de pacarinim fue el Pacaritambo para que todas las provincias y naturales dixiesen: «Pacariscanchic, lluccssiscanchic» o «machunchicpa paccariscan»" (Pachacuti Yamque Salcamayhua 1993: 199). En aymara, paqara, paqariña y paqarjaña tienen que ver con la noche, con el hecho de pasarla toda en vigilia, así se documenta el paqariku, una práctica ritual que implicaba mantenerse despiertos toda la noche.
Los
relatos prehispánicos, que tratan sobre el origen de los incas o qhapaqkuna fundadores del Qosqo (centro
místico destinado a vincular los cuatro extremos del mundo), refieren que los
llamados hermanos Ayar (Manco, Cachi, Uchu, Auca, y sus respectivas mujeres)
salieron de una paqarina regia, una
cueva llamada Tamput’oqo en un lugar conocido como Paqareqtambo.
El término quechua illariy, por su parte, quiere decir rayar el alba, alborear, despuntar el día (AMLQ 1995: 179), nombrándose así a la luz que brota por el filo del mundo, cuando el sol todavía no se ha hecho presente, esto es a una luz intermedia. Illariy como adjetivo se refiere a los atributos de resplandeciente y fulgurante. Como verbo expresa una condición o estado de luminosidad, resplandecimiento o fulguración que se manifiesta en el momento liminal de tránsito entre la noche y el día. En aymara, los vocablos qhara, qharatataña y qhantatiña tienen el mismo sentido de amanecer o alborear.
El término quechua illariy, por su parte, quiere decir rayar el alba, alborear, despuntar el día (AMLQ 1995: 179), nombrándose así a la luz que brota por el filo del mundo, cuando el sol todavía no se ha hecho presente, esto es a una luz intermedia. Illariy como adjetivo se refiere a los atributos de resplandeciente y fulgurante. Como verbo expresa una condición o estado de luminosidad, resplandecimiento o fulguración que se manifiesta en el momento liminal de tránsito entre la noche y el día. En aymara, los vocablos qhara, qharatataña y qhantatiña tienen el mismo sentido de amanecer o alborear.
Fig. 2.- Illarumi de camélido,
formación rocosa que semeja una alpaca (Mi amigo Orlando
Delgado Huamali en Challwawacho, comunidad de Q’asa, Cotabambas-Apurímac). |
Relacionados
con la palabra prima illariy están términos
como Killa (Luna), Illapa o Illapu (rayo), Katekilla, y una serie de nombres de
cuerpos estelares como Larilla, Katachillay, Orqochillay, Tarilla, Awkilla,
Unuchilla, entre otros, pensados como espíritus animadores primordiales, una
especie de illas del supramundo que
pueden caer del cielo nocturno y que junto a las illas que emergen del inframundo constituyen la doble fuente de
animación de los seres que pueblan el universo en general y la tierra en
particular (Sánchez 2014: 247). El término illa,
en este sentido, es extensivo a la
manifestación petrificada de los seres animadores y transformadores, esto es a formaciones
pétreas que semejan humanos, animales o vegetales, así como a representaciones
hechas de piedra o metal que tienen por objeto favorecer la procreación de los
animales y de los propios seres humanos (Van den Berg 1985: 62). Los illakuna, encarnación de los espíritus
animadores primordiales, surgen en medio de la bruma y la niebla de las tierras
altas, para comportarse como padrillos y fecundar a las hembras en las épocas
de reproducción. De ahí que Illapa (el portador de illas) e Illapu (el jefe de los espíritus fecundantes) deban entenderse
como alusiones a una entidad luminosa que actúa en la liminalidad, como ocurre
con el rayo y el relámpago, pero también con las llamadas “estrellas”
(meteoritos) que eventualmente se precipitan a tierra.
De
lo hasta aquí anotado se desprende que Paqariy,
correspondiendo en principio a una noción de origen, es un término que en
sentido metafórico o figurado suele aplicarse para designar al amanecer. En
tanto que Illariy, siendo un término asociado en principio a una noción de
luminosidad liminal, por excelencia propia del amanecer, acaba siendo relacionado
comúnmente a la reproducción de las especies en base a una relación semántica de
causa–efecto, esto es de tomar a la luminosidad como fuerza generatriz, lo que
constituye un fenómeno metonímico.
No
es una simple curiosidad hacer deslindes como el que ha motivado este artículo,
la comprensión de los sinónimos existentes en una lengua contribuye a dotar de
elegancia, sutileza y profundidad a los discursos orales y textos escritos que
se generan en la praxis comunicacional a través del tiempo. Los sinónimos
siendo términos similares o parecidos nunca son iguales. Disponer en el futuro
de un diccionario de sinónimos quechuas, así como aymaras, contribuirá al
mantenimiento y desarrollo de estos idiomas originarios y, sin duda, a mejorar
nuestras fuentes de conocimiento histórico y antropológico sobre el mundo
andino.
Referencias
AMLQ
(Academia Mayor de la Lengua Quechua)
1995 Diccionario
quechua-español-quechua. Edit. Mercantil E.I.R. Ltda., Cusco.
PACHACUTI
YAMQUE SALCAMAYHUA, Joan de Santa Cruz
1993 Relación
de antigüedades deste reyno del Piru. IFEA, Lima.
SÁNCHEZ
GARRAFA, Rodolfo
2014 Apus
de los cuatro Suyus. IEP/CBC, Cusco.
VAN
DEN BERG, Hans
1985 Diccionario
religioso aymara. CETA/IDEA, Iquitos.
* Rodolfo Sánchez Garrafa, antropólogo, docente en la UPG de la Facultad de CC.SS.-UNMSM.
Muy interesante, la explicación de algunos términos y una nueva visión de conceptos.
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