jueves, 26 de mayo de 2011

Elogio de la Cullahua

Escrito por Pacha J. Willka
Cuando aún frisaba escasos quince años de edad, abrí los ojos al mundo de la danza, al ingresar a la Agrupación Puno de Arte Folklórico y Teatro (APAFIT). Recuerdo cómo en mi afán de aprender a bailar y participar de la alegría del conjunto, solía fugarme de la Unidad San Carlos. Varios de mis hermanos ya pertenecían a esta prestigiosa y pionera institución cultural y a mí me llegó una citación con fecha 7 de enero de 1972.
Por esos años, APAFIT sacaba en Candelaria la cullahua, danza pastoril amorosa de los hilanderos. Los ensayos se realizaban en el Salón Parroquial de San Juan, por las noches, en medio de un ambiente armónico, juvenil y fraterno.
La figura alta e imponente del fundador de la institución, el médico Carlos Cornejo-Roselló, con su sonrisa socarrona y bigotuda, destacaba entre todas. La presencia siempre activa de Juan Mamani, otro tanto. El impulso de la familia Giraldo, que íntegra alentaba el desarrollo de las actividades. Entre muchos nombres de integrantes, que permanecen vivos en mi recuerdo con una mezcla de añoranza y pasión, debo mencionar a Iván Cuentas, Guillermo Vásquez, Hernán e Ismael Cornejo-Roselló, Rolando Pérez, Miguel Gutarra, Rigoberto Zea, Fernando y Hugo Cáceres, Alfredo Delgado, Carlos Pérez, Cástor Cuentas, Dante e Iván Cabanillas, René Roque, Consuelo Rosa y Noemí Giraldo, Nancy Béjar, Rosa Moreno, Odalia Quijano, Gloria Chávez, Beatriz Cáceres, Betty Patiño y Vilma Bermejo, entre muchos otros.
A los jóvenes de entonces, nos emocionaba mucho la cullahua, una hermosa manifestación dancística que en su cadencia expresa el enamoramiento de los jóvenes al son de preciosas melodías ejecutadas tanto por el Conjunto Orquestal Puno, que dirigía el maestro Cástor Vera Solano, como por la Banda de Marquesqueña, que todos los años acompañaba a APAFIT.
Recuerdo que sistematicé la coreografía en un pequeño folletito, el cual se lo mostré a Guillermo, quien sonriendo me dijo: “Qué interesante,¿Por qué no sacas más copias?”. En la mencionada coreografía existían tres pasos básicos, y estaba compuesta de desecha, vueltas, cambios y giros.
La cullahua fue para esa generación una especie de danza símbolo a la par, claro está, que la mágica pandilla. Posteriormente APAFIT cambió de danza, ejecutando la kallawaya, con la que hasta hoy adorna la festividad de la Virgen de la Candelaria. Felizmente aún hay conjuntos que bailan en febrero esta danza, justamente gracias a APAFIT, que cuando observó su posible extinción, le dio nueva vida. Es el caso, en el presente año, de la kullahuada Virgen de la Candelaria de Huajsapata, la kullahuada Virgen de la Candelaria del barrio Victoria y la Agrupación Kullahuada Victoria.
El origen de la cullahua es la actividad manufacturera de los hilanderos y tejedores del Altiplano. Danza pastoril amorosa cuyos trajes bordados muestran la riqueza, a través de su pedrería. Tanto varones como damas llevan en la cabeza unos característicos y pesados sombreros, de cuyas alas bajan pendientes de perlas, ocultando parcialmente el rostro. Para permanecer al margen de las indiscretas miradas y los prejuicios se usa antifaces igualmente bordados. El traje del varón es hecho con hilos de colores y de oro, lentejuelas y pequeños espejos artísticamente ubicados en las partes que mejor lucen. Los varones usan en el torso, camisa blanca, corbata negra y chaleco, en tanto las damas, blusa blanca, de manga bombacha, recogida en los puños y pechera orlada con joyas de oro y plata. En la frente lucen una diadema ancha adornada con un borde de estrellas, en cuyo medio sobresale la figura de un sol. Completa el atuendo femenino una lliclla terciada sobre el hombro y la cadera. Además, los bailarines llevan sobre unos pantalones bombachos, un cinto forrado de monedas, llamado chinchín; las bailarinas, en tanto, de manera alternada, lucen polleras verdes y rojas de chifón sobre centros de encaje. Todos portan una rueca o pushka. Presidiendo el conjunto baile el wafor, que tiene una máscara calva, con una grotesca y aguadañada nariz con un enorme lunar, y unos ojos azules ávidos; simboliza al maestre de hacienda, una especie de capataz de las faenas, encargado de cuidar la producción.


Los movimientos de la danza son practicados en sentido lateral, con los brazos a medio recoger, con una precisión milimétrica, por lo que resulta un ballet. Al final de cada movimiento, las miradas de los enamorados se cruzan maliciosamente.
Se ha mencionado que el significado de la danza está relacionado a una tradición oral andina, mediante la cual sabemos que la cullahua “es el grito silencioso de la mujer, de la esposa de Wiracocha que se subleva ante la nueva cultura importada por los españoles. Si nos adentramos más en esta tradición encontraremos al Thunu o raíz de los hombres del Altiplano. Según esta versión el dios Sol decide poblar la tierra y reúne tres esencias de la naturaleza: el llamppu (animal), la qoa (vegetal) y el sihuayro (esencia mineral), para crear a Wiracocha. El dios Sol al ver la soledad de Wiracocha, extrae limo de la tierra y da forma a Cullahua, como compañera. Específicamente cullahua significa ser que cura los males y que fue colocada en la tierra para curar el mal de soledad de Wiracocha”.
No se crea que bailar la cullahua es sólo bailarla en los días de fiesta; es decir, en la Octava, sino que justamente lo más hermoso sucede en los ensayos, durante todo el mes de enero, en donde cada noche van y vienen los integrantes y los simpatizantes, se conoce a nuevos amigos y amigas, se inician nuevas relaciones y... nace el amor. Los últimos días de ensayo, cuando se tienen que definir las parejas, es inevitable que ocurran encuentros y desencuentros, desavenencias y armonizaciones.
¡Después de tantos años, te recuerdo y te elogio, cullahua de mis ensueños!
Tomado de AQ Revista Intercultural N° 9 febrero 1998, Puno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ZEIN ZORRILLA Y LA POLÉMICA DEL INDIGENISMO Y DEL MESTIZAJE

  Juan Carlos Lázaro “Ni hispano ni indígena, sin embargo, ambos a la vez” (1), es el más reciente título de Zein Zorrilla que forma parte d...