El Cuy (Cavia porcellus)

Es un pequeño mamífero roedor de la familia Caviidae. Es originario de los Andes Centrales. Gastrónomos famosos lo consideran un manjar y se ha establecido que posee niveles elevados de omega 3. El cuy (en quechua cuzqueño se le llama "qoi"), simboliza la holgura y el calor en el ámbito doméstico, dada la naturaleza prolífica de este roedor que se adapta a todos los pisos ecológicos ocupados por el hombre. Los campesinos andinos “pagan” (hacen ofrendas) a la tierra sacrificándolo y también utilizan a este animalillo en sus prácticas adivinatorias y de curación (la pasada del cuerpo con cuy) conocidas como soqma.

Quechuas y aymaras emplean qonopas, pequeños objetos de piedra o de cerámica, que representan a cuyes, mejor dicho a los espíritus animadores de esta especie, en los ritos agrícolas.

Ciertos silbos de este animal indican que habrá visita en el hogar o que un ánima ronda la casa. Un huesecillo que se encuentra en el oído del cuy es conocido como "atoq" (zorro) y se dice que éste es el que le avisa al cuy un acontecimiento futuro.

En diversas regiones el cuy es el personaje de una zaga de relatos con el zorro. El papel del cuy es intercambiable con el del ratón que suele engañar al zorro.

Ha llamado la atención a los estudiosos de la pintura virreinal peruana, la presencia del cuy en cuadros religiosos. Considero que la figura del cuy aparece con el contenido simbólico que le adjudica la cultura y no como un elemento puramente ornamental. Entre las pinturas con el motivo del cuy, que he tenido ocasión de ver personalmente, se halla la que existe en la Catedral del Cuzco y que tiene que ver con la festividad del Corpus Christi en que se consume el cuy, es seguramente la más referida en esta materia. El plato específico representado es el chiri uchu o llaqway uchu (que se compone de diversas carnes, entre ellas de cuy), que al parecer era una comida ritual, aunque seguramente su ubicación en el calendario ya no se corresponde con la práctica prehispánica. Otro similar se halla en el Convento de Santo Domingo en Lima. Como dato, al parecer otro cuadro semejante se encuentra en el refectorio del convento de San Diego-Quito.

El cuy se encuentra en cuadros de la escuela cuzqueña seguramente atendiendo a su valor simbólico y su gran importancia para la sociedad andina. De hecho, el consumo ritual del Cuy en el llaqway uchu era un acontecimiento eminentemente colectivo y así se ha conservado hasta hoy.